Aspectos éticos, deontológicos y legales de la reproducción asistida en méxico




Como bien sabemos la ciencia y la tecnología han evolucionado de actualmente de manera rápida en todos los aspectos de nuestra vida, vemos todo tipo de cosas como pantallas de TV. inteligentes, teléfonos inteligentes, en el cine, etc. En la medicina no es la excepción pues cada vez existen más métodos para solucionar algún problema de salud, o se crean maquinas mucho mas capacitadas para dar un mejor tratamiento en muchos temas de salud. En particular en este articulo analizaremos varios aspectos que conciernen a la reproducción asistida en nuestro país.

Primeramente comenzaremos por definir...

¿Qué es la Reproducción Asistida?
 Es el conjunto de procedimientos que se realizan para ayudar a una persona en su intento por reproducirse cuando no se puede hacerlo de manera natural o existe una dificultad para hacerlo de otra manera. Médicamente se clasifican en dos grandes categorías: 

- Las técnicas de baja complejidad :se encuentran la terapia hormonal, la inseminación artificial (IA), algunas operaciones quirúrgicas y el coito programado. 

- Las de alta complejidad: se encuentran la fertilización in vitro con transferencia de embriones (FIV-TE), la fertilización in vitro con inyección intracitoplasmática del esperma (ICSI) y la eclosión asistida (también llamada hatching asistido). En combinación con algunas de estas técnicas se puede utilizar la donación de gametos (esperma y óvulos). 

La dificultad para concebir puede radicar tanto en el cuerpo del hombre como en el de la mujer y por lo general responde a causas diversas.


El 25 de julio de 1978 nació, en Manchester, Inglaterra, nació la primera persona fecundada con reproducción asistida. Este hecho marcó un giro en la historia científica, filosófica y social. Con ese nacimiento y aparente sano desarrollo, se validó una nueva forma de ser concebido y de formar una familia, una manera que ya no involucra a dos personas en un acto sexual íntimo y amoroso, sino a todo un equipo médico, biólogos en un proceso tecnocientífico y para muchos milagroso. 

En un principio esta nueva forma de concepción, antes llamada reproducción artificial y ahora rebautizada como reproducción asistida, generó mucha controversia particularmente en el Reino Unido, pero curiosamente muy poca en México. En la actualidad genera muchas alegrías, y cada vez más personas se someten a este tipo de tratamientos para poder ser padres incluso hasta en parejas del mismo sexo y mucho se dice de que sólo las personas de altos recursos tienen la capacidad de pagarlo.

 Sin embargo, a pesar de la gran oferta y la creciente demanda del uso de estos servicios de reproducción asistida en México, su legislación apenas va iniciando pues se han hecho enmiendas a leyes existentes para regular ciertos aspectos, pero, no existe un cuerpo legal consolidado que considere el uso y oferta de los servicios de reproducción asistida en su totalidad.
Por el momento, asociaciones médicas nacionales e internacionales como la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción (AMMR) y la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (RedLara) son las que están registrando y vigilando, en la medida de lo posible, la actividad de las clínicas. Los datos provienen de la información que las mismas clínicas participantes remiten de manera voluntaria. Se estima que hay alrededor de 50 clínicas operando en todo el país, pero sólo 26 reportan a la RedLara.

No existe un órgano que controle las actividades sistemáticamente de las clínicas, lo que ocasiona que los pacientes pasen de una clínica a otra buscando un resultado favorable y por ende se de la falta de información estadística que, de existir, podría ser utilizada con fines epidemiológicos, de investigación y como información para los usuarios. No hay datos nacionales confiables que indiquen la incidencia de infertilidad ni las causas más comunes. Tampoco hay un control estricto sobre el número de nacidos que se dan por donación de gametos, del número de embriones congelados o del número de embarazos llevados por una mujer que alquila su vientre. No hay datos oficiales sobre el número de clínicas, ni de sus tasas de éxito, tampoco hay información sobre el desarrollo de los niños nacidos por estas técnicas. Lo grave de la ausencia de información es que no exista porque la Secretaría de Salud no le ha prestado la atención debida. Es decir, la falta de control e inexistencia de registros se debe a que no se considera importante hacerlo.

Es verdad que los niños concebidos mediante reproducción asistida aún son minoría, y que son pocos los que requieren o utilizan estos servicios, pero considerando que en el futuro el uso de estos servicios seguramente incrementará, ¿no valdría la pena comenzar a reflexionar y legislar sobre el tema?

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